El impacto póstumo del legado fotográfico de Vivian Maier sigue creciendo y abarcando nuestro mundo digital. Aún cuando el deseo expreso de Vivian era no ser conocida, todo amante de la fotografía ahora puede accesar a su obra a través de plataformas como la página de Vivian Maier en Artsy, donde al menos una fracción de su arte nutre la mirada propia.
Uno de los descubrimientos más recientes en el mundo de la fotografía contemporánea ha desembocado en un documental digno de ser abordado como objeto de arte orgánico. El cine en este caso, sugiere no enfocarse en los límites del arte clásico y en afinar la mirada sobre el ritmo en que los diversos componentes de una historia encuentren armonía visual y narrativa. En un afán de desmarcar al género documental como vehículo para tomar conciencia sobre múltiples temas sociales, igualmente es válida su búsqueda por encontrar sentido a diversos estados anímicos, y en el caso de Finding Vivian Maier (2013), conectarse con la atracción sentimental hacia los objetos y descubrir historias individuales y colectivas donde aparentemente no existía nada.
La historia misma del documental no es nueva dentro del mundo de la fotografía: John Maloof, co-director del documental junto con Charlie Siskel descubrió miles de negativos durante la compra de cajas en una subasta de Chicago para un proyecto de investigación histórica. Al intuir que esas fotografías pertenecientes a una niñera en Chicago de nombre Vivian Maier tenían un potencial artístico, inicia un viaje hacia la vida de esa fotógrafa amateur para encontrar un significado propio.El descubrimiento de imágenes olvidadas como hilo conductor y explorar a través del lenguaje cinematográfico el significado dentro de su contexto específico, en una suerte de romper esa cápsula del tiempo y devolver esa energía congelada a nuestra época digital, donde en ocasiones un selfie tiene más valor estético. La energía que mueve a Vivian Maier es muy distinta en proyección a la de Nan Goldin, pero en el fondo subyace la misma necesidad de atrapar los momentos más únicos y espontáneos de la experiencia humana. El documental es fiel a una estructura dramática clásica ya que el origen mismo del proyecto de Maloof apuntaba a descubrir el misterio de la niñera fotógrafa, creando una atmósfera llena de grandes fotografías que inmediatamente hacen conexión con la audiencia, ya que su energía orgánica invita a que uno decida entre apropiarse literalmente de las imágenes que componen la mirada personal de Vivan Maier o hacer un ejercicio de memoria individual entre imágenes privadas que desde la intimidad ayuden a la búsqueda de un significado propio pero también universal.
El impacto póstumo del legado fotográfico de Vivian Maier sigue creciendo y abarcando nuestro mundo digital. Aún cuando el deseo expreso de Vivian era no ser conocida, todo amante de la fotografía ahora puede accesar a su obra a través de plataformas como la página de Vivian Maier en Artsy, donde al menos una fracción de su arte nutre la mirada propia.
0 Comments
|
AuthorFilm Critic under construction. Mostly connected with visual narratives and devices as part of my personal search. Archives
November 2017
Categories
All
|